“El dios griego era un depravado ser todopoderoso al que los hombres temían y trataban de calmar con costosos sacrificios y levantando en su honor ricos templos. Los hombres griegos vivían solos, abandonados a su propia suerte, sin esperanza en ningún paraíso que los acogiera tras la muerte. Tuvieron que inventarse un universo de valores meramente humanos para explicarse el mundo y hacerlo más habitable”
Corazón
de Ulises – Javier
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