14/9/18

“Dickens amontona peligro sobre peligro, pero nadie los teme. En Dostoievski a veces se abren de repente abismos, el lector jadea falto de aliento cuando siente en su propio pecho cómo se resquebraja esa oscuridad y se abre ese abismo sin nombre; nota que el suelo desaparece bajo sus pies, siente un repentino vértigo, un vértigo abrasador, pero dulce, quisiera arrojarse abajo, pero a la vez tiembla ante este pensamiento en que el placer y el dolor su funden a una temperatura tan alta que es imposible separarlos”
Tres maestros (Balzac, Dickens, Dostoievski) - Stefan Zweig

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada