“A las dos se nos cortó la respiración de puro terror. No tanto por Goebbels ni por la reacción del público, sino por la mera posibilidad de aquel delirio común. Ninguna de las dos formábamos parte de aquella masa, éramos meras espectadoras. Puede que las únicas, vaya usted a saber.

Dudo que el propio Goebbels supiera lo que estaba diciendo. No podría describir con palabras cómo consiguió que cientos de personas llegaran al extremo de levantarse de sus asientos como un solo hombre y gritar de júbilo”

Mi vida con Goebbels - Brunhilde Pomsel i Thore D. Hansen