5/1/24

 “Era un don nadie y mi vida era un cúmulo de naderías. Vivía como un don nadie y soñaba como un don nadie. A mi paso, en lugar de huellas, quedaban tan solo unas pequeñas hendiduras llenas de nada, y la gente ni siquiera se fijaba en esas huellas porque no puedes fijarte en lo que no se ve”

El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes – Tatiana Tibuleac

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