“Recé de rodillas por espacio de cinco minutos;
tenía intención de rezar una hora entera, pero no hacía más que pensar y
pensar; y siempre esas ideas morbosas, ese dolor de cabeza… ¿cómo se puede
rezar así? ¿Hasta sería pecado!”
La mansa. Fiódor M. Dostoievski
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada